Acciones tan cotidianas de nuestra vida diaria como beber o comer pueden convertirse en una mala experiencia: el dolor al frío, al dulce, a los ácidos o al propio calor, puede ser muy molesto.

La endodoncia, comúnmente conocida como “matar el nervio” es el procedimiento mediante el que se quita la pulpa en mal estado de una pieza dental. La pulpa es el tejido interior de los dientes, la corona y la raíz. Consiste en limpiar la infección y sellar el diente. La endodoncia se realiza con anestesia local, por lo que no se siente dolor durante el tratamiento. En extrañas ocasiones puede producirse en los días posteriores una leve sensibilidad en la pieza.

En ocasiones se aconseja recubrirla con una corona, porque tras la endodoncia los dientes quedan más frágiles y se pueden fracturar con facilidad. Puede aparecer alguna molestia transitoria al masticar durante unos días, debido a la irritación del tejido periodontal, que rodea a la raíz.